Pocos son los alumnos que leen fuera el horario escolar. Aunque sea una lectura mandada por el profe (a modo de deberes). "El día que mando un textito para leer en casa, no hay deberes"... Este testimonio desanima a cualquiera, máxime cuando hay "todo un dispositivo" implicado en la mejora lectora de centro.
Y como es posible que la opinión de alguien externa sea más eficaz que la nuestra propia, os dejamos dos enlaces a artículos que tratan el mismo tema, escritos en diferentes medios.
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